Sorry

Mi nombre es Jade. Jade es una piedra preciosa verde que es parecida a la esmeralda. El significado del nombre es preciosa, preciada y tan bella como la joya. Su aspecto más memorable es el color verde que tiene la piedra, que es lo que voy a conectar con mi historia. También voy a conectar el significado de preciada porque siento que mis familiares y amigos me aprecian. 

Hace mucho tiempo, un viernes 11 de mayo del 2007 a las siete y media de la mañana una niña nació con el nombre de una piedra preciosa. Creciendo en Villa Consuelo, Santo Domingo, República Dominicana, corriendo más rápido que la velocidad de la luz, veo a mi bisabuela irse a sus fincas para recolectar cerezas. El delicioso jugo rojo que emana de  ellas, las hojas penetran mis dedos y brazos, pero vale la pena. Noche tras noche, dias tras dia me encanta ir a las fincas de mi bisabuela, ver el velos correr de los caballos, las vacas haullar  “moooooo”, los gritos de las gallinas a las 6 de la mañana, y el olor del cafe negro corriendo alrededor de la casa. Una mañana mi bisabuela me ofreció ir con ella para recoger mangos y cerezas. Caminamos hacia la finca más pequeña para llegar adentro del campo para encontrar mangos. Vemos muchas matas verdes, mangos verdes, cerezas verdes, y mi bisabuela está vestida de verde. La curiosidad de una niña gana contra mi, y le preguntó. “Mamá, ¿por qué te vistes de verde todos los días? Siempre tienes algo verde puesto.” A lo cual mi bisabuela me responde, “Porque es mi color favorito, ¿por qué crees que te llamas Jade? Fui yo la que te dio ese nombre.” Una confusión porque me preguntaba que tenía mi nombre que ver con esta conversación, pero ella continuó, “Tú naciste el mismo día que yo porque yo quise, entonces tu mami y papi me dejaron nombrarte.”

Uno de los colores favoritos míos es el Jade, un color verde parecido al esmeralda. El color de las plantas y joyas, cada vez que te veo, me recuerda a todas las cosas que yo amo, la naturaleza y tú.” dice mi bisabuela. El amor que mi bisabuela tiene sobre mi, me encanta. Tenemos muchas cosas en común, y pude obtener el don de cuidar a las plantas, gracias a ella. El crecer de matas en el patio de mi casa, cansa a mi mama porque las matas cogían el espacio donde las flores tiene que estar. Ella está harta de ver matas tan grandes como un “palo de luz”. Continuó el plantar árboles de papas en medio de la finca. La semilla del zapote es tan grande que puedo plantar un árbol tan alto que llegue a los cielos. Sin cortar la semilla del aguacate, puedo sembrar un árbol de aguacate y tengo aguacate por toda mi vida. Yo tomaba todo lo que era frutas o vegetales, y recogía las semillas para sembrar un árbol cada día. Mi bisabuela aprecia mi locura de plantar plantas, pero ofrece en ensename como plantar moderadamente. Estar con mi bisabuela por tanto tiempo me hizo apreciar cada vez que tengo tiempo con ella. La apreciación que tengo es que ella se quede conmigo por horas, sin tomar un descanso. 

Sigo creciendo y envejeciendo como la flor sembrada en el patio. Mi bisabuela y yo cumplimos años, ella cumple 80 y yo 9 años. Mi bisabuela nació en el mismo año cuando se inventó el primer corazón artificial pero, aún actúa con una chica de 25. La primera persona para despertarme en mi día fue mi mami, para ir a cantarle feliz cumpleaños a mi bisabuela para cuando yo termine, ella me lo canta a mi. Faltó ese día de escuela, y una sorpresa aparece cuando estoy en camino a comprar yaniqueques, mi papi con sus maletas y gafas de sol, abre sus brazos para darme un abrazo. Mi bisabuela sonríe, La confusión es porque mi papá estaba en el país ese día, mi bisabuela me confía que ella compró los pasajes para que mi papá pase mi cumpleaños conmigo. Me siento apreciada, afortunada, y feliz al saber que tengo una familia que me aprecian.