Sorry

Mi Nombre, Mi Historia

By Ricardo   |   From : República Dominicana   |   School : Margarita Muñiz Academy

Mi nombre es Ricardo, es un nombre cargado de mucha historia antigua. En el pasado, el nombre Ricardo era escogido por la alta nobleza ya que tiene un porte fuerte y poderoso. El significado de este nombre es ‘Rey Fuerte’ o ‘Rey Valiente’. Mi nombre también significa sociable, una de las definiciones con que más me identifico. Sin embargo yo no siempre fui así como me describe mi nombre. No siempre fui una persona sociable, cuando era pequeño me crié en un pueblo de la República Dominicana, llamado Boca Canasta. Es un lugar lleno de naturaleza y personas alegres con instintos de supervivencia únicos que se reactivan día a día. 

Mi país natal es un lugar auténtico y alegre. Me acuerdo de cómo experimentaba la suave brisa de los amaneceres despeinando mis cabellos por toda la cara y el esplendor de la naturaleza iluminando mis párpados. Los cantos de las aves sanaban mis oídos por la melodía angelical que transmitían desde el corazón. 

La rutina de todas mis mañanas eran alimentar los pollos, perros y conejos junto a mi abuelo. También disfrutaba echarle agua a las plantas y a los árboles de mangos grandes que me volvían loco con su sabor único agridulce, podía comerlos todo el día hasta morir. Siempre fuí un niño muy inquieto, pero con un corazón más grande que un elefante. Me encantaba estar solo explorando y jugando con la tierra, mientras los bichos y hormigas recorrían mi cuerpo haciéndome bailar como perro cuando ve comida.

 Las noches lluviosas en mi país eran relajantes, con un olor a tierra mojada y las gotas cayendo sobre el techo de zinc, acentuaban la experiencia. En este ambiente, solo la naturaleza y mi perro Boby eran mis únicos amigos. Mis padres nunca se preocupaban porque sabían que yo siempre fui un chico sano e inteligente como un delfín. A menudo, me observaban construyendo casas de madera en el patio y hablando solo, pero nunca se preocuparon por estado de salud mental, ya que sabían que yo no necesitaba amigos para ser feliz. Yo ya me setía feliz.

Sin embargo, esa felicidad terminó cuando cumplí los 12 años de edad. Mi madre me dió la peor noticia del universo, cuando me dijo que tendría que venir a vivir a Estados Unidos. Sentí que mi mundo se destruía y que todo lo que tenía en él ya no importaría más. Cuando llegué a los Estados Unidos, mi vida cambió por completo. La paz del campo se había convertido en un terrorífico sonido de sirenas todo el día. Por otro lado, la comida chatarra hacía que mi barriga explotara del dolor. Cada vez me sentía más solo, sin animales, ni árboles para divertirme y entretenerme. Varios meses después, empecé a estudiar aunque lo resistía, ya que no dominaba el idioma. 

Mi primer día de clases fue horrible, una chica fue la encargada de hacerme la excursión por toda la escuela como bienvenida. La chica era intensa y no sabía cómo comunicarse con los demás, al igual que yo. Los momentos eran tan incómodos como dormir con los zumbidos de los mosquitos en los oídos. Además, sentía que los chicos en mi aula eran fastidiosos e inquietos. Me quedé sin estrategias intentando ser sociable, ya que nunca aprendí a tratar con nuevas personas de diferentes culturas e idiomas. Pasé días pensando en cómo podría comenzar a ser mejor persona, algo que me ayudó mucho fue el pensar en que las personas eran animales o objetos como árboles que estudian su propio origen. Comencé a integrarme más en los grupos y ayudar a aquellos que mostraban algo de dificultad en la clase. Aunque no conocía el idioma era muy inteligente y enfocado, debido a que el estar solo me ayudó a mantener una buena concentración y a prestar atención en clases lo cual me ayudaba a comprender mejor los nuevos temas.

Con el tiempo conocí varias personas, uno de ellos se llamaba Dinaury. Él era del mismo país que yo, lo cual me ayudó bastante por el hecho de que teníamos bastantes cosas en común. Dinaury me presentó a su grupo de amigos con los que compartí mi historia y mi conocimiento sobre los animales y la naturaleza. Esto me enseñó que para ser más sociable solo tienes que compartir tus gustos y relacionarte con las demás personas, hasta lograr sentirte cómodo comunicándote y aprendiendo con otros sobre su cultura.

Con el pasar del tiempo comprendí la importancia de conocer el significado de nuestro propio nombre. El conocerte a ti mismo es una de las cosas más esenciales de nuestras vidas y como el relacionar las cualidades de la definición tu nombre se conecta con tu personalidad. Al final, nos damos cuenta que nuestro nombre forma parte de nuestra historia.



Leave a Comment

You must be logged in to post a comment.