Sorry

Mi nombre es Ruby Hernandez, tengo 17 años, soy de Jalisco, México y esta es mi historia: hace tres años yo llegué a este país junto con mi mama, venimos a encontrarnos con mis hermanos mayores que yo y también llegamos a este país en busca de nuevas oportunidades. En busca del gran sueño americano. Se que muchas personas de las que lean esto se podrán relacionar conmigo y mi familia porque seguramente también vinieron en busca del gran sueño americano que estados unidos ofrece. Lamentablemente, nadie nos dice que el sueño americano no es lo que pensamos, no es venir y tener mucho dinero o simplemente no es tener una estabilidad económica como muchos no lo hacen creer. El sueño americano está basado en sacrificios, sufrimientos, bullying por no saber inglés, problemas económicos porque nuestros padres no consiguen trabajo o nosotros mismos no lo conseguimos.

Cuando llegue a este país tenía 14 años, recuerdo que lo primero que pensé fue en lo bien que me iria aqui. En mi primer año de escuela (grado 8) no tenía amigos y muchas veces sufrí de bullying. Cuando entre a noveno, todo cambió fue la primera vez que tuve una verdadera amiga en este país, tenía muchos problemas en adaptarme a mi nueva familia (mis hermanos), tenía problemas en adaptarme a vivir en una ciudad, tenía problemas en adaptarme a las costumbres, el idioma, la comida, a la escuela, a todo. En ese mismo año (2015) para ser exacta, mi papá murió y fue una de las cosas que más me afectó al estar aquí porque él estaba en méxico y yo estaba muy lejos de él. También tenía que venir a la escuela, a un lugar en el cual sentía que no pertenecía y aguantar el desprecio de muchas personas que me hacían a un lado solo por no saber inglés.

Este 2018 cumplire cuatro anos en este país y aun sigo teniendo la clase de ELD, que es la clase de English Language Development que se aplica a estudiantes que tienen problemas con el inglés ya sea hablandolo, escribiendolo, escuchandolo o leyendolo. Sin embargo hay algo que me ha pasado durante estos últimos años, he aprendido a madurar y a ser más fuerte. Se que todos los obstáculos que he enfrentado me van a ayudar a salir adelante y ahora tengo la madurez de aprovechar las oportunidades que este país me ofrece. Ya sufri mucho y después de haber sufrido tanto, me merezco esas oportunidades. El mejor método para salir adelante es la perseverancia, en nuestro camino siempre encontraremos a muchas personas que no van a creer en nosotros y en lo que podemos ser capaces de lograr, pero lo importante y lo que verdaderamente importa es que nosotros mismos confiemos en nosotros y no nos dejemos llevar en lo que dicen las demás personas.