Un Consejo Bajo la Lluvia
By Angela | From : Boston | School : Margarita Muniz AcademyIniciaba el mes de marzo de 2006, eran días demasiados calurosos pero el ambiente afuera era agradable y la brisa de los árboles era relajante. El sol era tan radiante como un lucero enorme que iluminaba con su resplandor todo el ambiente. A la vez parecía fuego cayendo del cielo porque hacía demasiado calor cuando los rayos de luz atravesaban la piel parecía que quemaban. Mientras tanto mi familia se encontraba muy ansiosa por mi pronta llegada, pasaron varios días de nerviosismo para todos. De repente, una noche mi madre se encontraba dando a luz. Estaba en nuestra casa junto a la comadrona, era una casa grande, con varios cuartos, era demasiado linda, estaba pintada de varios colores y de hecho era considerada una de las casas más grandes de la comunidad en ese entonces. El ambiente estaba demasiado tenso, tanto mi padre como mis hermanos mayores estaban muy nerviosos. Después de varias horas, a las 6;00 AM del 12 de marzo de 2006 por fin después de tanta lucha, ¡nací yo! La felicidad brotaba por toda la casa, el amor se sentía en el aire, mis padres tanto como el resto de mi familia estaban tan felices, que parecía como si todo el mundo estuviera en paz.
Desde mucho tiempo atrás, cuando mi mamá recién se enteró que estaba embarazada, ya estaba ansiosa buscando el nombre correcto para mi. Lo pensó por una eternidad aunque tenía tantos nombres en mente que parecía confundida. Mi hermana mayor también estaba muy feliz con mi llegada, así que ella propone varias opciones, y entre tantos nombres que existen, tantos como las estrellas, finalmente seleccionaron uno. Uno que les gustara a todos y que se distinguiera entre la multitud. El primer nombre que me pusieron fue Angela, de hecho ese también es el nombre de mi mamá y las dos tenemos el mismo nombre. Me llamaron Angela como los ángeles. Pero ese no es el único nombre que tengo, mi segundo nombre es Milady, que está escrito en inglés y si lo traducimos al español sería como… mi dama o mi señora. ¿Suena curioso no?
Cuando investigue el significado de mi primer nombre, Angela, me di cuenta que me identifica más de lo que imaginaba ya que su significado es “ser mensajera de Dios” y aunque yo no impongo su palabra, yo muestro su camino con mis acciones como ayudar a los demás, ponerse en los zapatos de otros, tener empatía y solidaridad con todos me gusta ayudar cada vez que tengo la oportunidad y si tengo que sacrificarme por el bien de alguien lo hago. Aunque no soy un ser de luz por completo, porque como ser humano fallo, trato de mejorar cada día, y cuando alguien se lo merece podría considerar que soy la mejor persona de este mundo.
Una de las misiones conectadas con esto, fue la vez que ayude a mi mejor amigo, tenemos mucha confianza, pues habíamos estudiado juntos por años y llegamos a desarrollar una hermosa amistad. Nos llevamos tan bien que nuestra amistad parece un refugio en la tormenta, y digo nos llevamos bien porque ha pasado mucho tiempo y aun seguimos hablando como solíamos hacerlo. Un día él me llamó como de costumbre, ya que vivimos en estados diferentes y casi no nos vemos, él se encontraba en una situación difícil, tenía problemas y para él era complicado tener una buena estabilidad emocional, por lo que recurrió a mí buscando ayuda. Él estaba tan triste, que mientras me contaba lo que le pasaba, yo sentía su corazón quebrarse en muchos pedacitos y sus lágrimas caer como una lluvia intensa con relámpagos y truenos.
Yo que tengo el corazón tan frágil, casi me pongo a llorar junto con él, pero algo dentro de mi me decía que debía ser fuerte, pues él necesitaba mi ayuda, tenía que hacer un esfuerzo. Aunque fuese por un momento tenía que hacer que mi corazón fuera como una piedra para no sentir nada por unos segundos y así pensar bien para poder ayudarlo. Mientras él me hablaba, se desahogaba. Después hice todo lo posible para consolarlo, como sabemos todos tenemos problemas pero de diferentes maneras. Le di ánimos, le hice compañía aunque yo no estaba presente físicamente e incluso le di algunos consejos que le podían servir y si, le sirvieron. En ese transcurso doloroso de su vida yo estuve al pendiente de él. Aunque estábamos un poco lejos, la distancia no fue ningún problema, ya que él sabía que me tenía incondicionalmente y en cuanto tuve la oportunidad fui a verlo.
Habían pasado unos días así que ya mi amigo se encontraba mejor, hablamos más y con el tiempo todo fue mejorando, el me agradeció mucho. Sin embargo para mi sentía que era lo menos que podía hacer, ya que yo volvería ayudarlo esa y muchas veces más, si tuviera la opción de hacer más por él sin duda lo haría. Me hizo tan bien el saber que él tuvo la confianza de acercarse a mí y tomarme en cuenta para que yo lo ayudara.
Aunque no siempre nos identificamos con el nombre que tenemos, a veces sí. Te das cuenta que tu nombre influye mucho en ti, en como tu eres y en cómo te proyectas y si sientes que no encaja contigo también debe de haber una razón valida para eso. Como por ejemplo yo sentía que no encajaba tanto con mi primer nombre porque a pesar de que mi mama se llama así, no me gustaba tanto y siempre prefería mi segundo nombre. Pero después de saber e investigar un poquito más sobre mi y mi nombre me di cuenta que tenía varias anécdotas y misiones que había cumplido a lo largo de mi vida, pues no soy la mejor persona pero trato de ayudar cuando puedo y si me dan la oportunidad, yo tambien he pasado por momento dificiles asi que en base a lo que he vivido se lo bonito que se siente que alguien se preocupe por ti, es como vivir y saber que después de la tormenta viene la calma y si no, aprendes a disfrutar bajo la lluvia.