Sorry

Yo soy de Colombia, de un barrio de bajo estrato. Estudié en un colegio durante 8 años donde no era muy bueno, pero la educación era de calidad y aprendí mucho. En mi último año en Colombia, me mudé y tuve que cambiar de colegio, en el cual hice muchos amigos. El 28 de julio de 2022, mis padres me informaron que nos íbamos a venir a los EE. UU. Faltando una semana para irnos, decidimos venir porque en donde vivíamos las cosas se estaban poniendo muy caras, los arriendos estaban subiendo y nuestro estrato económico no nos daba. Decidimos venir por la frontera de México y Estados Unidos, lo cual fue un trayecto con mucho riesgo.

Cuando pasamos la frontera, nos detuvieron unos policías, nos tomaron fotos, nos tomaron las huellas y nos metieron a un albergue en Tucson, Arizona, donde estuvimos allí por unos 4 días. Después nos llevaron a una iglesia donde nos dieron comida, ropa e hicieron las pruebas de COVID-19. Cuando los resultados fueron negativos, nos llevaron a un hotel donde nos dejaron quedarnos no más de una semana. Teníamos que comprar un boleto de avión o, después de esa semana, comenzar a pagar el hotel. Nosotros compramos los vuelos para Florida.

Cuando comencé a estudiar, no tenía muchas esperanzas de encontrar a alguien con quien me llevara bien. Entré a la middle school por perder un año en Colombia. Todo era muy básico en el salón, nadie hablaba, era todo muy tranquilo, cuando yo estaba acostumbrado a molestar con mis compañeros todo el tiempo. Todo era tan diferente. Cuando comencé a conocer a los latinos, se me hicieron muy inmaduros y no me junté con ellos. Cuando pasé a la high school, pensé que iba a ser lo mismo, pero comencé a conocer a los que actualmente son mis amigos. Ellos también estaban acostumbrados a molestar, entonces me llevé muy bien con ellos.