Sorry

Juntos otra vez

By Jennifer  |   From : Cuba  |   School : Lehigh Senior High School

   En el 2022, después de 7 largos años de espera, finalmente llegó el día que había soñado tantas veces, iba a reunirme con mi papa en los Estados Unidos. Desde los 6 años hasta los 12, viví con la ausencia de mi papá, algo que aunque aprendí a sobrellevar dejó una huella en mi. Recuerdo que al principio no entendía por qué tenía que irse. Me decían que era por nuestro bien, que estaba trabajando para darnos un “futuro mejor”, pero para una niña pequeña es difícil de entender. Lo único que sabía era que lo extrañaba cada día. Cada graduación, cada triunfo, y cada etapa de mi vida las compartí con él a través de una pantalla, donde me decía cuanto me extrañaba y que pronto íbamos a estar todos juntos. 

 

   Había algunas veces al año en las que él podía ir a cuba, recuerdo la emoción antes de llegar, pero también los nervios. Por más que lo extrañaba, cuando al fin lo tenía cerca, me sentía tímida y alejada. Después de tanto tiempo separados, me costaba abrirme con el, como lo hacia años atras. En esos momentos, no sabía de qué manera acercarme a él, así que terminaba guardando todo lo que durante todo el tiempo de espera quería decirle. Aunque él intentaba acercarse y aprovechar al cien el poco tiempo que estaba en Cuba lograba muy poco. Al final esos encuentros se sentían demasiado cortos, y cuando empezaba a sentirme más cómoda con él, llegaba el momento de despedirnos otra vez.

 

  Esas despedidas eran lo más difícil de todo, muchas veces por tal de pasar un poco más de tiempo con nosotros cambia su vuelo de la mañana para la noche y se quedaba unas horas más con nosotros. Siempre me quedaba pensando en todo lo que no le había dicho y en que a lo mejor fui muy dura con él, porque yo sabía que esto era tan difícil para mí como para él. 

 

  Cuando finalmente llegó el día de viajar a los Estados Unidos después de tediosos procesos, tenía tantas emociones mezcladas. Estaba emocionada de poder vivir con mi familia todos juntos al fin permanentemente, pero también tenía la incertidumbre de cómo sería la convivencia después de tantos años separados. ¿Cómo sería la vida diaria ahora? Los primeros meses viviendo juntos no fueron fáciles. Adaptarse al idioma, a la cultura, y a un lugar completamente fue un gran reto. Había días que me sentía frustrada, sobre todo cuando no podía expresar como quería, además la nostalgia por mi familia, mis mascotas y mis amigos era constante. Pero mi familia siempre estuvo ahi para apoyarme, poco a poco nuestra relación se iba fortaleciendo, y me di cuenta que todo que pasamos separados el amor que siempre nos tuvimos.

 

  Hoy, recordando esos años, se que cada una de esas llamadas, mensajes, y cada visita corta por más difícil que fuera, nos ayudaron a mantenernos conectados de alguna forma. Crecer sin él a mi lado me enseñó muchas cosas y cuanto valoro todo el esfuerzo de mi mama que a pesar de seguir con mi papá tener que criarnos prácticamente sola y ser madre y padre para poder guiarnos por el buen camino. Aunque la distancia nos marcó también nos enseñó que una familia puede superar cualquier barrera cuando hay amor y esfuerzo. 

Aunque el proceso había sido bastante largo y lleno de angustia, cada sacrificio valió la pena.

Leave a Comment

You must be logged in to post a comment.