A mi madre nunca le he fallado una promesa
By Rocio | From : Spain | School : South Broward High SchoolDicen que empezando un texto con preguntas se capta la atención de la audiencia. Mi objetivo con este texto no es realmente captar vuestra atención. Me encantaría pasar desapercibida o esconderme entre mis pensamientos. Pero eso lo haría si no me gustara experimentar situaciones nuevas. Yo no soy así, no es característico de mí esconderme. Para empezar mi historia quiero decir que no voy a hablar de algo en específico, pero si voy a hablar de algo que me hace sentir sensible, y que es posible que afecte a otras personas también, así que pido discreción.
Por si no saben, yo nací en Canarias. La tierra de las islas preciosas y la arena de colores. No hay mucho que recalcar que sea malo. En Canarias es difícil vivir mal, con la playa y el sol guanche es imposible sentirse solo. Que bonito que sintiéndome tan lejos me considere tan cerca de mi tierra. La gente no entiende que yo estoy hecha de arena, y que siempre voy a poner mi identidad por delante de todo. Esto no siempre fue así. Cuando tenía siete años me mudé por primera vez, y tuve que empezar de cero por primera vez. El primer año fue increíble. Conocí a niños nuevos quienes me mostraron lo que es la atención y el cariño. El segundo año conocí lo cruel que podían ser los niños. Me recordaron que yo era diferente y que por eso no merecía respeto. Os podéis esperar que paso. Golpes, insultos, y abusos que una niña no se merecía.
Mi familia lo notó. Me acuerdo del día en el que mi madre me dijo que volvíamos a España. Yo estaba preparada para irme y empezar de nuevo. Pero yo no sabia como empezar de nuevo por segunda vez. Teniendo en cuenta mi experiencia previa, yo tenía miedo de conocer gente nueva. Canarias me volvió a recordar lo cálido que es. Años que recordaré con mucho cariño, ya que pude experimentar lo que era ser una niña adolescente sin preocuparme por ser rechazada o abusada. Hasta que nos anunciaron otra mudanza. Y no fue hasta que llegué a Madrid que me di cuenta que no era nada parecido a Canarias. En Madrid tuve que empezar de cero por tercera vez, y el primer colegio al que fui era catolico, cosa a la que yo no estaba acostumbrada.
Mis hermanas se mudaron a Estados Unidos tiempo después, y yo cambiaba de colegio por quinta vez. Empecé a crecer y a tener experiencias nuevas. Me empezaron a gustar las personas, y tuve muchas relaciones y vivencias extrañas con las que podría escribir un libro entero. Pero voy a resumir las inseguridades que no me permitieron disfrutar de esas vivencias. Yo no confiaba en nadie, estaba siempre alerta y siempre esperando problemas. Eso me empezó a hacer daño, empecé a cogerle miedo al fracaso y eso me generó ansiedad. Empecé a hacerme daño a mi misma hasta que tuve que ser hospitalizada.
No fue hasta que mi madre me pillo que tuve que parar. Se lo prometí, y yo a mi madre nunca le he fallado una promesa. Esa fue la primera. Esto afectó a la mayoría de mis relaciones, no solo amigos y pareja, si no también familia y a la más importante, conmigo misma. A día de hoy llevo un año limpia.
Muchas experiencias que he vivido que me han hecho dudar de mi misma y de mi valor. A día de hoy nadie me hace dudar de mi valor ni del respeto que merezco. Sé que soy graciosa, independiente, y de buen corazón. Me considero una persona fuerte, porque el peor enemigo que he tenido he sido yo misma. Esta historia por ahora no tiene final pero sí continuación, ya que me enfoco en disfrutar el presente. Gracias a todos por haberme prestado atención.
ENGLISH VERSION
They say that starting a text with questions catches the audience’s attention. My aim with this text is not really to catch your attention. I’d love to go unnoticed or hide in my thoughts. But that’s what I’d do if I didn’t like to experience new situations. I’m not like that; it’s not characteristic of me to hide. To start with my story, I want to say that I’m not going to talk about something specifically, but if I am going to speak about something that makes me feel sensitive, that may affect other people too, so I ask for discretion.
If you don’t know, I was born in the Canary Islands. The land of beautiful islands and the sand of colors There’s not much to emphasize that it’s bad. In the Canary Islands, it is difficult to live badly; with the beach and sunshine, it is impossible to feel alone. How beautiful it is that, feeling so far away, you consider me so close to my land. People don’t understand that I’m made of sand, and I’ll always put my identity ahead of everything. This has not always been so. When I was seven, I first moved, and I had to start from scratch for the first time. The first year was incredible. I met new kids who showed me what attention and affection are. In the second year, I learned how cruel children could be. They reminded me that I was different and that that’s why I didn’t deserve respect. You can expect me to pass. Beatings, insults, and abuses that a girl didn’t deserve.
My family noticed it. I remember the day my mother told me we were going back to Spain. I was ready to go and start over. But I didn’t know how to start again a second time. Given my previous experience, I was afraid to meet new people. The Canary Islands reminded me again how warm they are. Years that I will remember with great affection, as I was able to experience what it was to be a teenage girl without worrying about being rejected or abused. Until we announced another move, And it wasn’t until I arrived in Madrid that I realized that it was nothing like the Canary Islands. In Madrid, I had to start from scratch for the third time, and the first school I went to was Catholic, something I was not used to.
My sisters moved to the United States some time later, and I was changing schools for the fifth time. I started growing and having new experiences. I started to like people, and I had many strange relationships and experiences with which I could write a whole book. But I will summarize the insecurities that prevented me from enjoying those experiences. I didn’t trust anyone; I was always alert and always expecting trouble. That started to hurt me; I started to get scared of failure, and that generated anxiety. I started hurting myself until I had to be hospitalized.
It wasn’t until my mother picked me up that I had to stop. I promised her, and I never failed a promise to my mother. That was the first one. This affected most of my relationships, not just friends and partners, if not family, and most importantly, myself. Today is a clean year.
Many experiences that I have had have made me doubt myself and my worth. Today, no one makes me doubt my courage or the respect I deserve. I know I’m funny, independent, and good-hearted. I consider myself a strong person because the worst enemy I’ve ever had has been myself. This story for now has no end but continuation, as I focus on enjoying the present. Thank you all for paying attention to me.