Sorry

El gran desafío que tuve al venir aquí fue dejar a mi familia y amigos,cambiar mi vida por algo que era solo un sueño al mundo que siempre quise ir desde niño. Tuve una bella infancia en mi país; me la pasaba jugando, estudiando, saliendo con mi familia y, especialmente, disfrutando de la comida peruana, que es lo que más extraño. Nada se compara a comer un delicioso ceviche frente al mar y sentir el olor y la frescura de la brisa marina. 

Como extrañaba mucho la comida peruana, ya estoy aprendiendo a cocinar, pero no es lo mismo, mi tierra le da un sabor exquisito a cada producto y ese sabor de casa es muy difícil conseguirlo aquí además mi mamá le ponía su toque especial. Cómo la extraño cuando me decía: “La mesa está servida”, y yo corría porque me encantaba todo lo que cocinaba. Aquel que ha probado nuestra comida se enamora un poquito del Perú. 

De todas las personas que quiero a la que más extraño  es a mi madre. Ella siempre me apoyó en las buenas y en las malas, dándome consejos y cariño. Se llenaba su corazón de orgullo cuando le decían: ” Tienes un hijo tan alegre y obediente”, y ella les decía: “Es que lo crié con amor y valores”. Cuando estamos lejos de nuestro país añoramos el abrazo de una madre y el amor del lugar que nos vio nacer. 

Mi abuelito también es muy importante para mí, desde que era pequeño siempre me inculcó su religión de amor a Dios,su ejemplo de trabajo y disciplina. Me despertaba temprano para ir al colegio así me enseñó el valor de la puntualidad. Por último; a ser honesto y empático,  ayudar a las personas que necesitan y me enseñó a regalar a todos  una sonrisa para alegrarles la vida.

Mi decisión de dejar el nido e irme con mi padre y mi hermana para tener mejores oportunidades en un país soñado como el mundo de las oportunidades no fue nada fácil;  pero pensaba en  enorgullecer a mi familia con mis resultados. Siempre me mantengo en contacto con los míos, me hace sentir que todavía no puedo  cortar el cordón de la distancia. Espero seguir consiguiendo buenos resultados y así poder ingresar a la universidad para continuar con mis estudios y ser un profesional. 

En este largo camino, he hecho buenos amigos, somos tantos jóvenes con culturas diferentes, siento que conozco  una buena parte del mundo y me siento feliz por eso. Deseo que las personas aprendan que los cambios nos pueden traer también  dificultades y aunque las situaciones se presenten difíciles, nos hacen crecer y luchar por nuestros sueños y que mantener nuestras raíces y conexiones con los nuestros nos permite mantener vivos los recuerdos de un país que espera el más próximo retorno. Acepta los desafíos como oportunidades y sé paciente contigo mismo; la adaptación lleva tiempo, pero vale la pena si vinimos a cumplir un sueño.