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La Última Hija

By Dania  |   From : Boston  |   School : Margarita Muniz Academy

Nací el 7 de septiembre en la ciudad de Boston, Massachusetts. 

El día de mi nacimiento, las horas estaban temblando y el viento estaba más duro que normal. Mi mamá experimentaba dolores a las 41 semanas que ya estaba lista para tenerme. Además, mi mamá tenía experiencia porque había  tenido 5 niños anteriormente, por lo tanto tenía una idea de cómo iba a ser el proceso. Antes de ir al hospital, ella tuvo la tenacidad de recoger a mis hermanos a la escuela, a pesar de sus insostenibles dolores. Después de cómo se sienta 10 años, se dirigió al Hospital, el cual está a 4 millas de distancia en autobús. 

Mi llegada a este mundo no fue silenciosa, pues llegué sonando como una sirena, Wuahh! Wuahh! Di mi primer “hola” a este  mundo dejando una impresión desde el comienzo. Pesó siete libras y ocho onzas y mi papá me cortó el cordón umbilical, y así me desconectó de la zona de comodidad a la cual estaba acostumbrada a vivir. Más adelante, el doctor me puso el pecho de mi mamá y allí experimenté el amor por primera vez. El reloj marcaba las cinco de la tarde, mi madre estaba esperando ansiosamente a mi padre en el cuarto del hospital. Aunque mi mamá es muy amable ahora, durante todo el embarazo se comportaba diferente, ya que no se sentía bien. Por esa razón, su actitud parecía ser ruda para todos los que le hablaban, especialmente mi padre. Mi mamá era como un monstruo, con la cual no se podía hablar. Por ello, entiendo por qué nací a las 41 semanas y fui la última hija de mi mamá. Creo que ella no hubiese resistido pasar por otro embarazo.

Mi papa tiene un gran afecto en como yo soy. Mi nombre viene de mi papi que se llama “Daniel”. Mi nombre es Dania. Comparto  el “Dan” de mi nombre con el nombre de mi padre, abuelo, hermana, y hermana mayor. De chiquita mi padre me hablaba del significado de mi nombre el cual es  “Dios es mi Juez”. Mi decía con feliz en su voz. Mi papi siempre ha sido muy bueno conmigo aunque en ocasiones es muy fuerte, es muy sociable con todo el mundo. El me recuerda a Olaf, el muñeco de nieve en la película “Frozen” ya que es muy generoso con toda la gente que lo necesita. Mi padre y yo somos iguales en eso, ya que aunque hablo fuerte y soy además sociable. 

Siempre me ha gustado vivir en Boston. La ciudad de Boston es muy ocupada y ruidosa, pero muy bonita. Las flores aquí son tan rojas que parecen como una manzana. Crecer en Boston, con una mamá que no podía hablar inglés ha sido difícil algunas veces, pero no lo cambiaría por nada. El vivir en una casa llena de gente  fue muy intenso, pero los recuerdos que tengo en mi niñez son muy felices. A pesar de tener una niñez con lindas memorias, un reto nos cambió la perspectiva como familia.  A los seis años, me diagnosticaron con pulmonía y tuve que ser hospitalizada, lo que la relación con mi madre.  La  semana que pasé en el hospital fue muy difícil para todos, pero especialmente para mi madre. Los doctores le decían que “no mejoraría”.  Mi madre estaba tan triste y enojada de todo qué había pasado pero tenía fe en Dios. Cuando recibo el significado y la fe que tiene mi madre todo se conecta. Mi madre vivía con cinco niños, de los cuales quedamos  solo  tres. Mi hermana mayor murió de pulmonía al año de nacida. Mi madre pensó que no era una coincidencia que esta situación se repitiera, con su primera hija y la última también. Siento que fue una prueba de Dios. Gracias a Dios, salí del hospital y regresé al mismo cosmos en el que no me dejaban hacer nada y experimentar la sobreprotección de mi madre. 

Actualmente tengo 17 años, y ahora que soy mayor me identifico con el significado de mi nombre. Al crecer entre  una familia religiosa ya  me había identificado con mi nombre, y entendía que mi familia era consciente sobre lo que este decretaba. Aunque ahora que tengo mi propia relación con Dios, entiendo que él es mi Juez en todo lo que me define y se relaciona directamente con mi identidad.Esta relación con Dios me ha ayudado a crecer  en muchas cosas especialmente durante mis dificultades e inseguridades. En el futuro, mi meta es ser una especialista en Obstetricia, para lograr  ayudar a muchas mujeres a tener  sus niños, así cómo ayudaron a mi mama.

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