Lo difícil que es dejar ir
By Valentina | From : Venezuela | School : Coral Glades High SchoolMi vida antes de venirme a los Estados Unidos era muy diferente. En Venezuela mi familia estaba junta y celebrábamos las Navidades juntos. Aunque disfrutaba más de la Feria de la Chinita, siempre iba con mi tía, mi abuela y mi hermana mayor. La Navidad siempre la pasaba con mi familia, y mi mamá se encargaba de preparar mil cosas para comer. Normalmente me sorprendía con todo lo que hacía. Además de mi familia, iba mi mejor amiga, quien comenzó a acompañarnos cuando nuestras hermanas se fueron del país. Mi hermana Victoria es una de las personas más importantes de mi vida, siempre estuvo conmigo y me ayudaba en todo. Cuando se fue, mi mejor amiga Glorimar siempre fue mi compañía. También está mi papá, aunque no recuerdo mucho de él porque murió cuando tenía 9 años. Mi mamá siempre se encargó de hablarme de él. También está mi padrastro, a quien le digo León, que es un amor conmigo y ama mucho a mi mamá.
Realmente fueron muchas las cosas que provocaron que tuviera que irme, obviamente la situación económica, pero principalmente que mi mamá y yo estábamos solas en casa, mientras mis abuelitos vivían en la suya. Además, nuestra familia estaba separada, con mis tíos en Chile, pero de todas formas queríamos ayudarlos. Así que decidimos salir del país con la ayuda de León, y terminé llegando a los Estados Unidos, extrañando aún más a mi hermana, quien se había ido a Argentina un año antes.
Mi viaje fue muy frustrante. Hubo muchos cambios ese año. Justo ese año había entrado en una nueva escuela, ya tenía mis amigos y salía con ellos. Aunque fue más fácil porque fue por avión, tuve que correr más de una vez por el aeropuerto. Al principio no lloré, pero cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, sí lloré. Sin embargo, estaba tranquila porque sabía que era lo mejor, aunque me dolía mucho dejar de estar presente para mi familia y mis amigos. Eso realmente me hizo querer evitar tener nuevas amistades y rechazar a varios familiares.
Tuve mucho choque cuando llegué, porque mi familia aquí era sumamente religiosa. Aunque mi mamá y yo somos creyentes, no somos tan… digamos, “asfixiantes” con esos temas. La verdad es que me sentí un poco atada durante los tres primeros meses, donde no podía salir con la ropa que quería sin recibir una crítica, ni siquiera escuchar otro tipo de música que no fuera religiosa. También con mi nueva escuela fue frustrante. Al principio no quería conocer a nadie, solo quería estar en Venezuela. Con los meses me adapté, y aunque luego me mudé y cambié de escuela, logré adaptarme.
También conseguí una compañía de baile que me encanta y me recuerda a cuando estaba en Venezuela, pasando mis fines de semana bailando. Eso me ayudó a adaptarme y a superar la tristeza de mudarme, logrando sentirme en casa de nuevo.
Estoy feliz. Conocí mucha gente a la que ya no recordaba. Mi persona favorita aquí es mi prima Sarah, al menos de mi familia. Ella es como mi mejor amiga y es mi apoyo. También tengo a mis amigos, los amo, y mi mejor amiga, que también está aquí, aunque en Atlanta. Aún así, se hace presente. No tengo mucha familia cercana aquí, pero la que tengo me hace amarla cada momento que la tengo.Y me di cuenta que aunque es muy difícil dejar ir y q solemos pensar q ya no podremos estar presente la vida nos demuestra que siempre llevamos una parte de nuestra cultura a cada lugar.