The brain has always been my biggest competitor
By Destiny | From : Nicaragua / Puerto Rico | School : South Broward High SchoolWhen we are first born, our brains are about a quarter of the size of the average adult brain. The brain is one of the most important organs in our bodies. However, it is the first to be overlooked. In my case, the brain has always been my biggest competitor.
Growing up, I was primarily raised by my grandmother while my mom worked long hours. I would only see my mother on weekends, so the rare time we spent together was always my favorite. In 2016, due to the constant stress and long hours, my mother found herself hospitalized about five times. It was toward the end of my 5th-grade year that I was called down to the office to visit my mother in the hospital. At the hospital it was diagnosed that she had a brain aneurysm.
Brain aneurysms are caused by a weakness in the walls of blood vessels in the brain. The doctors said that due to all the stress of work plus her previous illnesses: lupus and fibromyalgia, her body could not handle it anymore. Shortly after that, my temporary stay at grandma’s turned permanent while my mother was in recovery. Part of this meant that every day after school, I would go and visit her while also serving as her aide. However, having a sick mother did not fit the typical school status. Some days, I would have to go see my mother instead of attending a club meeting or school trip. On other days, it meant that my mental health became too much to think of, temporarily reflecting on my school work. I had hit the point of giving up until she came back. My mother’s main mottos have always been to “follow your heart” and “the show must go on”. She sat down with me and told me that in life we may face our struggles and hardships but it’s how we show perseverance and courage that makes all else go away.
Part of who I am today is molded by every one of my tears, struggles, and mental battles, but what did not kill me has proven to make me stronger. The fire I have comes from my mother who is not only my biggest role model, but also a hero. Over the past 4 years of high school, I have always had a fire to be the best person, student, and daughter I can be. I have successfully managed to be in a total of 18 clubs/extracurriculars along with a full-fledged member of my school’s marching band. On weekends, I would spend most of my time in Church, praying for my mother’s speedy recovery and volunteering with the Youth Group. I have learned to take courage in finding new ways to overcome anything along with finding a new interest along the way. While my mother was both in and out of the hospital, I spent a lot of my days cleaning up the beach and pouring some collected seawater onto her hands. Not only did this further develop my love for the ocean, but also, challenged me to apply to the top Marine Science Magnet Schools within the county. Therefore, I would say that my experience serving as my mother’s caregiver helped me build the courage to persist in the face of my academic struggles and other life challenges. The time I have spent looking after my mother has been filled with both its ups and downs, but as the years have gone by, I truly understand what it means to be dedicated and resilient to persist in the face of academic and life challenges.
SPANISH VERSION
Cuando nacemos, nuestro cerebro tiene aproximadamente una cuarta parte del tamaño del cerebro adulto promedio. El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo. Sin embargo, es el primero que pasa desapercibido. En mi caso, el cerebro siempre ha sido mi mayor competidor.
Mientras crecía, mi abuela me crió principalmente mientras mi madre trabajaba muchas horas. Solamente veía a mi madre los fines de semana, por lo que el poco tiempo que pasábamos juntos siempre fue mi favorito. En 2016, debido al estrés constante y las largas horas de trabajo, mi madre tuvo que ser hospitalizada unas cinco veces. Fue hacia el final de mi quinto grado cuando me llamaron a la oficina para visitar a mi madre en el hospital. En el hospital le diagnosticaron un aneurisma cerebral.
Los aneurismas cerebrales son causados por una debilidad en las paredes de los vasos sanguíneos del cerebro. Los médicos dijeron que debido a todo el estrés del trabajo, además de sus enfermedades previas: lupus y fibromialgia, su cuerpo no podía soportarlo más. Poco después, mi estancia temporal en casa de la abuela se volvió permanente mientras mi madre se recuperaba. Parte de esto significaba que todos los días después de la escuela, iba a visitarla y al mismo tiempo servía como su asistente. Sin embargo, tener una madre enferma no se ajustaba al estatus escolar típico. Algunos días tenía que ir a ver a mi madre en lugar de asistir a una reunión del club o a un viaje escolar. Otros días, significaba que mi salud mental se volvía demasiado en qué pensar, lo que se reflejaba temporalmente en mi trabajo escolar. Había llegado al punto de rendirme hasta que ella regresara. Los principales lemas de mi madre siempre han sido “sigue tu corazón” y “el espectáculo debe continuar”. Se sentó conmigo y me dijo que en la vida podemos enfrentar nuestras luchas y dificultades, pero es la forma en que mostramos perseverancia y coraje lo que hace que todo lo demás desaparezca.
Parte de lo que soy hoy está moldeado por cada una de mis lágrimas, luchas y batallas mentales, pero lo que no me mató ha demostrado hacerme más fuerte. El fuego que tengo proviene de mi madre, que no solo es mi mayor modelo a seguir, sino también una heroína. Durante los últimos 4 años de la high school, siempre he tenido el deseo de ser la mejor persona, estudiante e hija que puedo ser. He logrado estar en un total de 18 clubes/actividades extracurriculares junto a ser miembro de la banda de música de mi escuela. Los fines de semana paso la mayor parte del tiempo en la Iglesia, orando por la pronta recuperación de mi madre y trabajando como voluntaria en el Grupo de Jóvenes. He aprendido a tener valor, para encontrar nuevas formas de superar cualquier cosa y a encontrar un nuevo interés en el camino. Mientras mi madre entraba y salía del hospital, yo pasaba gran parte de mis días limpiando la playa y echando un poco de agua de mar recogida en sus manos. Esto no solo desarrolló aún más mi amor por el océano, sino que también me desafió a postularme para las mejores escuelas Magnet de Ciencias Marinas del condado. Por lo tanto, diría que mi experiencia como cuidadora de mi madre me ayudó a desarrollar el coraje para persistir frente a mis dificultades académicas y otros desafíos de la vida. El tiempo que he pasado cuidando a mi madre ha estado lleno de altibajos, pero a medida que han pasado los años, realmente entiendo lo que significa ser dedicado y resiliente para persistir frente a los desafíos académicos y de la vida.