Sorry

Mi historia empieza el 16 de agosto de 2014 en Venezuela, donde era feliz con los amigos que tenía y con mi familia también. Pero no estuve mucho tiempo feliz, porque hace 5 años mis papás terminaron justamente cuando nací, y me quedé con mi mamá, mi hermano y mi abuela. Vivíamos en una casa gigante donde tenía el espacio para jugar y mi propio cuarto, y me sentía bien esos años. Pero mi mamá me contó que teníamos que mudarnos por problemas que hasta el día de hoy no he sabido, entonces, a la semana, me mudé con mi mamá y mi abuela a una casa muy pequeña. Ya no sentía esa felicidad, pero todavía me sentía bien con lo que tenía. También, nunca he vivido todo el tiempo con mi mamá; he vivido con mis abuelos por parte de papá, con tíos, con mi abuela por parte de mi mamá, hasta con gente que no conocía. Nunca tuve una crianza fija; toda la gente con la que viví me dio una crianza distinta, entonces no sé qué es una crianza fija. 

Un noviembre del 2018, mi papá me dice de repente que me tengo que ir de Venezuela y mudarme con él a Chile. Me sentí muy feliz, pero por otro lado, me sentí muy triste porque no iba a ver a mi mamá y la dejaba muy triste. Pasé varios días muy mal hasta el 20 de noviembre de 2018, cuando mi papá me dijo que me tenía que ir con él. Me fui al aeropuerto con mi papá y mi hermano, mientras la familia de parte de mi mamá estaba allí, casi todos llorando. Yo miraba de lejos, sin llorar. Solo veía a mi mamá llorar, y no me puse mal, sentí que mi felicidad ya se rompió. Sentí algo que se rompió dentro de mí, y hasta el día de hoy ya no tengo esa felicidad. Con el corazón roto y sin poder hacer nada, me fui. Llegué a Chile, después de 9 horas de viaje, a Talca. 

Para no hacerlo tan largo, estuve 6 años en Chile, con unos buenos amigos, con buena gente, y vivía bien. Pero mientras seguía creciendo, todavía no tenía la felicidad que quería que regresara, pero no volvía. Hasta que un día, estaba jugando con mi hermano en la casa y mi papá me dijo que nos vistiéramos para salir. Yo creía que íbamos a un lugar de comida, pero no…