Sorry

My name is Nathaly Guardado, and I am Salvadoran. I am 16 years old and in two months I will turn 17. Well, let me tell you a little bit about how I am in the United States and my experience in this country.

I have always lived with my mom. She raised me alone since I was five months old because my dad came to America. I never grew up with my dad. My mom has been mother and father. She has made a lot of efforts to get my sister and me along. My father supported us financially but the love, the love and the moments that I wanted to spend with my father could not be achieved.  One day I told my father, “your money does not make up for the love I’ve needed all this time, I’m almost 17 years old and I’ve never met you in my life.”

We have gone through many difficulties and experiences that have made me realized that we must value the people we love because at any second they can no longer be by our side.  In June, my mom told me that we would come to the United States. I told her, “mom but there are three months left for my graduation, I want to finish my senior year and go to college.” She told me that we had to go, we could not be here anymore. When my mom said that, I did not know how to feel or what to do; I just thought if that would be the best decision. One day my mom told me that we’re leaving on July 8th.  When I told my friends from school, we all cried. For them it was difficult, and for me it was even more difficult because I would leave my studies, my friends,  and my whole life behind to start everything from scratch.

We arrived at Florida, and it felt so good to get to our destination with the help of God.  The first weeks, I felt so ugly without being able to speak to my friends.  I got sick and desperate.   As time goes by, you realize that you have left everything behind, and now you have a new life that, although it is difficult, you have to fight for and face it.  After 4 months here, I was still crying everyday remembering my past.  But one day I thought and said, “I must stop thinking about my past and about the things that hurt me; I must live my present.”  The first days at school were not easy.  When I came to school for the first time, I was afraid.  I did not know how the others will treat me or how everything would be.   I got to my classroom and everyone treated me well, but I was still nervous.  Weeks later, I got used to it.  I met new people, but in spite of that I kept thinking about my friends and that soon I would have been graduating.  Through the months, I have made many friends, and little by little I’m trying to adapt here because there is no other choice, but to wake up and fight for your dreams and goals.

After all this time, I have realized who my friends really were. Those who, despite everything, still care to see how I am. I realized who were the fake ones, or who just talked to me with some interest.  I did not expect to be  here in U.S., and it has been very difficult. I have gone through many things, but little by little God has helped us, and today I still miss my friends, but I have to fight for my dreams.

To all immigrants like me, just let me tell you something, at the beginning you will start from zero; the beginning is difficult, but little by little with time you get used to the things that you have around you. Calm down, it will be difficult, but it is not the end of the world either. Keep going on,  fighting for what you aspire; do not let anyone take away your dreams. Keep going on.

This is my story, I loved sharing it, and commenting a little about my experience in this country.

MI HISTORIA

Mi nombre es Nathaly Guardado y soy salvadoreña. Tengo 16 años y estoy a dos meses de cumplir 17.  Bueno les contaré un poco sobre como yo estoy en Estados Unidos  y mi experiencia en este país

Yo siempre he vivido con mi mamá. Ella me crió sola desde que yo tenía cinco meses ya que mi papá se vino para Estados Unidos.  Jamás me crié con mi papá. Mi mamá ha sido mi madre y mi padre. Ella ha hecho muchos esfuerzos para sacarnos adelante a mi hermana y a mí. Mi padre nos apoyaba económicamente pero el cariño, el amor y los momentos que yo pasar con mi padre no se pudieron lograr. Yo le dije un día a mi padre, , “su dinero no compensará el cariño que yo he necesitado todo este tiempo, tengo casi 17 años y nunca en mi vida lo he conocido”.

Hemos pasado por muchas dificultades y experiencias que me han hecho comprender que debemos valorar a las personas que amamos porque en cualquier momento ya no pueden estar a nuestro lado. En junio, mi mamá me dijo que nos vendríamos a los Estados Unidos. Yo le dije, “mamá, pero faltan tres meses para mi graduación, quiero terminar mi último año e ir a la universidad.” Ella me dijo que teníamos que irnos, ya no podemos estar aquí”. Cuando mamá dijo eso, yo no sabía cómo sentirme, sólo pensé si esa sería la mejor decisión. Un día mi mamá me dice “nos vamos el 8 de julio”. Al contarle a amigas del colegio, todas lloramos. Para ellas era difícil y para mí era aún más difícil porque dejaría mis estudios, mis amigos y mi vida entera y empezaría todo desde cero

Llegamos a Florida y se sentía bien haber llegado con la ayuda de Dios hasta nuestro destino. Las primeras semanas sentía feo, no hablar con mis amigos. Me ponía mal, te desesperas. En el camino, te das cuenta que lo has dejado todo y que ahora tienes una nueva vida que aunque sea difícil tienes que luchar y afrontar las cosas.  Después de 4 meses aquí, todos los días lloraba recordando mi pasado. Pero un día pensé y dije: “Debo dejar de pensar en mi pasado y en las cosas que me duelen; debo vivir mi presente”. Los primeros días en la escuela no fueron fáciles. Cuando vine a la escuela por primera vez, tenía miedo. No sabía cómo los demás me iban a tratar o cómo sería todo. Llegué al salón y todos me trataron bien, pero seguía nerviosa. A  las semanas, me acostumbré. Conocí a nuevas personas, pero a pesar de eso, seguía pensando en mis amigos y aun pensaba que pronto me iba a graduar.  Con los meses aquí, hice amigos y poco a poco voy tratando de adaptarme aquí porque no queda de otra: despertar y luchar por sus sueños y metas.

Después de todo este tiempo, me he dado cuenta de quiénes eran realmente mis amigos. Aquellos que, a pesar de todo, todavía se preocupan por ver cómo estoy. Me di cuenta de quiénes eran los falsos, o que acababan de hablarme con cierto interés. No esperaba estar aquí en Estados Unidos, y ha sido muy difícil. He pasado por muchas cosas, pero poco a poco Dios nos ha ayudado, y hoy todavía los extraño, pero tengo que luchar por mis sueños.

Para todos los inmigrantes como yo, solo déjenme decirles algo, al principio comenzarás desde cero. El principio es difícil pero poco a poco con el tiempo te vas acostumbrando a las cosas que tienes a tu alrededor. Calma, será difícil pero tampoco es el fin del mundo. Sigue adelante y lucha por lo que tú te propongas que nadie te arrebate tus sueños. Sigue adelante.

Y ésta fue mi historia, me encantó compartirla y haber comentado sobre mi experiencia en este país.