we still fight
By Keyli | From : Guatemala/USA | School : Bonita Springs High SchoolMy name is Keyli Garcia. I was born in Florida on April 30th, 2007. I am currently 17 years old. I live with my mother who is from Huehuetenango, Guatemala. When my mother came to the United States she had to leave my oldest brother behind until she was stable enough to bring him over. She was an 18 year old immigrant , so when I was a year old she got deported and my oldest brother needed to stay here because he was also illegal and my other brother and I went with my mom back to Guatemala. I lived there for 3 years, in those 3 years my mom walked the desert multiple times until she was able to make it across the border. When she finally made it , she sent someone for me. When I came back to Florida, I started pre-k with Spanish being my primary language . In my situation I was lucky and had a teacher who was bilingual and she helped me learn English. Throughout elementary school until about 4th grade we would move around a lot and never really stayed in one house. I know that it was probably hard for my mom to be a single mother but she did a good job at hiding all the problems that we had so she wouldn’t worry us.
When I was in 2nd grade, my little bother was born. On January 8th, 2016, I was in 3rd grade when he was about a year old, I got on the bus for school and my mom was leaving the neighborhood to take my little brother to the dentist. She got pulled over by the police and as the bus passed I saw her when I got to school, I felt like I couldn’t breathe and I was crying hysterically. During school they called me up to the office and my older brother was on the phone, he told me that everything was going to be okay and that my little brother was with our uncle. I remembered, I got home that day and when I saw my brother waiting at the bus stop I knew instantly that something was wrong. He told me that the police had taken her.
At 9 years old my brain didn’t know how to cope with not been able to be with my mom. . During the time that she was in jail I remember talking to her a couple times and trying to keep my tears in and trying to be strong for her. She was in jail for a month and when she came home and I saw her outside, I couldn’t even unlock the door because of the shock I was in. My little brother had started to forget who she was and he stopped talking. I had developed high cholesterol and was pre-diabetic.
In February, my mom was hurrying to get all of our papers and passports ready in case something happened. When she went to court they told her she could get her license but she had to have the breathalizer in the car. Every 15 minutes it would beep for her to blow into it even while driving which was scary. After having it in the car for about six months they took it off and when she went to court again they put the ankle monitor on her. I remember being scared everytime the man would talk through it saying it was out of battery because if she didnt change it in time the cops would show up. The next time she went to court they told her that she had to leave the country and go back to Guatemala and that she had a month to leave. Our departure was supposed to be on May 1st a day after my birthday, it was the first time that I was sad about it being my birthday. Luckily when she went back to court they let her stay. Since then my mom has had to go to court every year around August. Immigration has tried to deport her two times since then.
Last year they even made her buy a plane ticket and she went to court three times during that week trying to fight for her case. Having to grieve a brother and a mother that are in a different country and not being able to go to their funerals has probably been the hardest part for my mom. I can assure you that my mom’s immigration process has not been easy and that we still fight for her residency every year.
Mi nombre es Keyli García. Nací en Florida el 30 de abril de 2007. Actualmente tengo 17 años. Vivo con mi madre que es de Huehuetenango, Guatemala. Cuando mi madre vino a los Estados Unidos tuvo que dejar a mi hermano mayor hasta que estuvo lo suficientemente estable como para traerlo. Ella era una inmigrante de 18 años, así que cuando yo tenía un año la deportaron y mi hermano mayor tuvo que quedarse aquí porque él también era ilegal y mi otro hermano mayor y yo nos fuimos con mi mamá a Guatemala. Viví allí durante 3 años. En esos 3 años mi mamá caminó por el desierto varias veces hasta que pudo cruzar la frontera. Cuando finalmente regresó, envió a alguien a buscarme. Cuando regresé a Florida comencé el pre-k. Mi idioma principal era el español. En mi situación tuve suerte y tuve una profesora que era bilingüe y ella me ayudó a aprender inglés un poco más rápido. Durante la escuela primaria hasta aproximadamente el cuarto grado nos movíamos mucho y nunca nos quedábamos en una sola casa. Sé que probablemente fue difícil para mi mamá ser madre soltera, pero hizo un buen trabajo ocultando todos los problemas que teníamos para no preocuparnos. Cuando estaba en segundo grado nació mi hermanito. El 8 de enero de 2016 yo estaba en 3er grado cuando él tenía aproximadamente un año. Me subí al bús para ir a la escuela y mi mamá salía de la casa para llevar a mi hermano pequeño al dentista. La policía la parro y cuando pasó el bús la vi cuando llegué a la escuela sentí que no podía respirar y estaba llorando histéricamente. Durante el tiempo que estuvo en la cárcel, recuerdo haber hablado con ella un par de veces y tratar de contener las lágrimas y ser fuerte por ella. Estuvo en la cárcel durante un mes y cuando llegó a casa y la vi afuera, ni siquiera podía abrir la puerta por el shock que estaba ahi. Mi hermano pequeño había comenzado a olvidar quién era ella y dejó de hablar. Había desarrollado colesterol alto y era prediabética. Durante el mes de febrero mi mamá se apresuró a tener listos todos nuestros papeles y pasaportes por si pasaba algo. Cuando fue a la corte le dijeron que podía sacar su licencia pero que tenía que tener el alcoholímetro en el auto. Cada 15 minutos pitaba incluso mientras conducía, lo cual daba miedo. Después de casi 6 meses de tenerlo en el coche se lo quitaron y cuando volvió a corte le pusieron el monitor de tobillo. Recuerdo que me asustaba cada vez que el hombre hablaba de él diciendo que se había quedado sin batería porque si no lo cambiaba a tiempo aparecía la policía. La siguiente vez que fue a la corte le dijeron que tenía que salir del país y regresar a Guatemala y que tenía un mes para salir. Se suponía que nuestra partida sería el 1 de mayo, un día después de mi cumpleaños, fue la primera vez que me puse triste porque era mi cumpleaños. Por suerte cuando volvió al juzgado la dejaron quedarse. Desde entonces, mi mamá tiene que ir a la corte todos los años alrededor de agosto. Desde entonces, inmigración ha intentado deportarla dos veces. El año pasado incluso la hicieron comprar un billete de avión y fue tres veces a la corte durante esa semana intentando luchar por su caso. Tener que llorar a un hermano y una madre que están en un país diferente y no poder ir a sus funerales probablemente ha sido la parte más difícil para mi mamá. Puedo asegurarles que el proceso de inmigración de mi mamá no ha sido fácil y que todavía luchamos por su residencia todos los años.