Sorry

Nací en los Estados Unidos, pero crecí en Guatemala un país donde aprendí sus culturas, donde conocí a personas buenas y personas malas, donde aprendí que la vida es muy dura porque el dinero no te alcanza, donde la educación  es muy vulnerable, pero donde también tiene hermosos paisajes dignos de admirar. Cuando nací, mis padres solamente me dejaron explorar poco tiempo en Los Ángeles, California. Tenía tan solo 1 añito cuando llegue a Guatemala. Mi familia mas cercana con la que tengo una buena relación, está compuesta por mis padres, mis dos hermanos y mi hermana. Soy afortunada de tener una gran familia como la que tengo, mis padres confían mucho en mi, y me dan su apoyo.

Mi infancia fue normal en Guatemala. Tuve amigos, una educación, un hogar y el amor de mi familia.

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En marzo del 2018 entre en una escuela desconocida, donde no estaban mis amigos, donde no estaban quienes solían ser mis profesores. Estaba sola y nerviosa. Sin embargo ese mismo dia conoci a mis tres primeros amigos. Fueron pasando los días, meses y se han ido integrado nuevos amigos en mi vida. Gracias a esa amistad, nos apoyamos,  en diferentes situaciones tanto felices o tristes. Me encanta pasar tiempo con mis amigas porque bromeamos, reímos e incluso en algunas circunstancias discutimos. Pero no importa, aunque estemos en diferentes clases o a una larga distancia siempre recordaré cada momento que pasamos juntas y cada consejo.

Ha pasado un año desde que llegue a los Estado Unidos. Al principio no entendía el inglés, pero ahora cada dia aprendo nuevo vocabulario en  inglés. Estoy avanzando en este idioma, incluso ya me adapte al clima, a la sociedad y a la cultura Americana.

Mis metas siempre fueron  estudiar hasta llegar a la universidad, tener un buen trabajo, tener  mi propio negocio, estar en un deporte, y darles la mejor vida a mis padres. Quiero tener experiencias extremas como bucear por el mar, tirarme desde un avión y sostenerme en un paracaídas. Quiero sentir esa adrenalina corriendo por mis venas.

Quiero ser una persona honesta, humilde y generosa. Mi familia me ha enseñado a ser fuerte y me han dicho cuales son los obstáculos de la vida. También me han platicado sobre los sentimientos del corazon. Tengo que tener la madurez suficiente para empezar una relación.

Tengo que cumplir lo que me he propuesto hasta hacerlo realidad, y en ese entonces estaré preparada.

Así que todos mis propósitos los dejo en la mano de Dios.