Sorry

Soy un milagro 

Mi nombre es Miluska Novotny nací en Barinas, Venezuela un pueblo no muy grande pero muy lindo lleno de mucha naturaleza. Tengo 15 años y cuando tenia 3 años junto a mi familia pasé por uno de los momentos más cruciales de mi vida, un día estaba como una niña normal en mi escuela estudiando mi primer grado escolar estaba durmiendo en la hora de descanso cuando de repente sufrí mi primer ataque epiléptico, comencé a compulsiónar y de inmediato las maestras me llevaron al hospital más cercano al cual llegue muy grave, casi sin signos vitales, me hospitalizaron varios días lo cual después mis padres me llevaron a un especialista, en mi primera consulta le dijeron a mi mamá todo sobre la enfermedad. La epilepsia no se cura, se controla a través de tratamientos específicos, le explicaron a mi mamá que esta enfermedad no es fácil de llevar.

Me medicaron un jarabe de por vida que tenia que tomar 2 veces al día, recuerdo que no entendía nada de lo que estaba pasando, mi mama no dormía en la noches por estar cuidando mi sueño se quedaba sentada a mi lado vigilando que no me pasara nada, junto a mi papa se turnaban para poder dormir, fue sin duda uno de los momentos más difíciles de mi familia. Asistíamos a una iglesia Cristiana la cual íbamos todos los domingos. un día mis padres decidieron dejar de darme el medicamento lo tiraron a la basura, fuimos a la iglesia y mis padres con mucha fe le pidieron al pastor de la iglesia que orara por mi, mi madre no estaba muy segura de lo que estaba haciendo, tenia mucho miedo al saber que algo peor podría pasar al parar el tratamiento, la sorpresa muchos fue que en la siguiente consulta con mi médico me hicieron otros exámenes, y el resultados fueron inexplicables.

Gracias a Dios el había hecho el milagro ya pasaron 12 años y estoy completamente sana, no tengo absolutamente nada, desde ese entonces ya ni me enfermo es muy raro si me pasa algo. Poco tiempo después nombran a mis padres pastores con un gran ministerio de jóvenes, desde ese tiempo mi familia y yo nos hemos dedicado a servirle a Dios. A mis 12 años de edad mis padres me dieron la noticia de mudaríamos a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para mi hermano de 3 años en ese entonces, llegamos y mi papa comenzó a trabajar como ayudante de construcción y mi mama en una cafetería.

Ya llevamos viviendo en Miami, Florida 3 años y no ha sido fácil nuestra trayectoria, altos y bajos pero con la ayuda De Dios y mucho esfuerzo hemos logrado crecer cada día poco a poco como inmigrantes Y con el tiempo me he dado cuenta que todo es un milagro respirar es un milagro, el tan solo hecho de existir es un milagro, Yo soy un milagro.

Veo en mi comunidad una cantidad de gente incrédula, con desconfianza incluso ante ellos mismos el famoso dicho “ver para creer” si fuese así nadie en esta vida  saliera adelante, un inmigrante llega con sueños y metas incluso sin a ver dado el primer pasa. Y he visto con mis propios ojos testimonios como el mío de personas que creyeron sin ver y hoy en día son personas exitosas que cada día se levantan a agradecerle a la vida, y a Dios por haberles dado todo lo que tienen. Si en este mundo existieran más creyentes las cosas fueran muy diferentes. Porque todo en esta vida, bueno o malo, es un Milagro, y si no crees Mírenme  a mi soy una prueba viviente de las maravillosas consecuencias de tan solo creer.